LAS FALLAS



Fallas

Origen de las Fallas

El origen de las fallas se remonta a una antigua costumbre de los carpinteros. Durante el invierno estos se ayudaban de unas lámparas de pie de madera (parots) para mantener iluminado su taller. La víspera del 19 de marzo (día de San José), cuando los días se empezaban a alargar, los carpinteros hacían limpieza y en la puerta de sus talleres quemaban los tradicionales parots y alimentaban la hoguera con otros trozos de madera inservibles o muebles rotos o viejos que aportaban los vecinos. La forma de los tradicionales “parots” daba pie a que algunas personas les pusieran ropajes y sombreros para darle aspecto humano. De esta forma nace el tradicional “ninot”. Los “ninots” son cada una de las esculturas que forman una falla o monumento.

Las fallas han ido evolucionando desde mediados del siglo XIX a esta parte hasta pasar de ser trastos viejos y harapos a convertirse en grandes obras de arte efímeras que pueden llegar a tener incluso presupuestos millonarios.

Fallas en Cullera

Las Fallas de Cullera, declaradas Fiestas de Interés Turístico Local, se celebran entre del 16 al 19 de marzo de cada año.

Cullera ofrece una amplia programación durante los 3 días falleros. La ciudad amanece el 16 marzo con la “despertà”, cientos de tracas que suenan en los oídos para dar comienzo al primer día de fiesta. El 16 de marzo todos los monumentos falleros, tanto infantiles como grandes, yacen ya en las calles de Cullera. En la actualidad Cullera cuenta con 16 fallas que compiten en ingenio y gracia. 

Los monumentos falleros, creados por los artistas falleros con cartón o poliuretano sobre una estructura de madera, conjugan arte, humor y sátira. Algunos de estos monumentos hacen mención a hechos o personajes de actualidad en tono satírico.

Aunque el valor de la fiesta gira en torno a estos monumentos falleros, también se celebran otros actos que no te puedes perder. Cullera se convierte, por unos días, en la ciudad del fuego, la luz y el sonido. La ciudad entera se echa a las calles para vivir intensamente las fallas de Cullera. Destacan los pasacalles, la entrega de premios, la ofrenda de flores a la Virgen del Castillo y la “Nit del Foc” en la que se dispara un gran castillo de fuegos artificiales. 

La noche del 19 de marzo se celebra la tradicional “cremà”. Tan solo un “ninot” se salva de las llamas cada año. La “cremà” de los diferentes monumentos falleros conforma un espectáculo extraordinario que pone el broche final a las fallas de Cullera. 

Si no has vivido las fallas de Cullera, no sabes lo que te pierdes.